Todos conservamos recuerdos de las fiestas a las que asistimos, que pueden ser un objeto material o mejor aún, el imborrable recuerdo de todos los sucesos. Sea cual fuera el caso en algún rincón de tu casa guardas un pequeño objeto que te regalaron en una fiesta.
Los recuerdos encierran el deseo de perennizar en el tiempo un evento o suceso especial, y por ello es importante saber elegir el detalle ideal que es realmente esencial, pues definitivamente es con lo que cierras con broche de oro, o no, tu celebración.
Los esquemas han establecido que los mejores recuerdos son los que aparentan ser más costosos y los que tienen mayor tamaño. Sin embargo, la mejor manera de asegurarte de que nadie olvide tu evento y conserve tus recuerdos, es regalando algo útil.
Por ejemplo, en los Bautizos y Primera Comunión se acostumbra regalar cojines con motivos similares al acontecimiento, en las ceremonias de 15 años puedes regalar pulseras con estilo o también cajitas de trupán para guardar pequeños objetos, hay quienes prefieren entregar velas, cuadros con fotos, llaveros, etc.
Son opciones diferentes, pero lo más recomendable es que si regalamos un objeto que se puede usar no pongamos detalles demasiado llamativos del acontecimiento, lo ideal es incluir un texto que consigne nombre y fecha del evento.
Lo mas importante y que no debes olvidar es el momento en que entregas tus recuerdos. No se trata de una simple repartición de productos, sino que es probablemente el hecho que marcará la actividad. Usualmente se dan a la hora de despedida, así, el anfitrión puede entregarlos a los invitados con una gran sonrisa y alguna frase de agradecimiento.
Siguiendo estos pasos puede que hayas conseguido el éxito de tu fiesta ya que si se presentó algún inconveniente en el desarrollo de la misma, un buen recuerdo servirá para olvidarlo.
Los recuerdos encierran el deseo de perennizar en el tiempo un evento o suceso especial, y por ello es importante saber elegir el detalle ideal que es realmente esencial, pues definitivamente es con lo que cierras con broche de oro, o no, tu celebración.
Los esquemas han establecido que los mejores recuerdos son los que aparentan ser más costosos y los que tienen mayor tamaño. Sin embargo, la mejor manera de asegurarte de que nadie olvide tu evento y conserve tus recuerdos, es regalando algo útil.
Por ejemplo, en los Bautizos y Primera Comunión se acostumbra regalar cojines con motivos similares al acontecimiento, en las ceremonias de 15 años puedes regalar pulseras con estilo o también cajitas de trupán para guardar pequeños objetos, hay quienes prefieren entregar velas, cuadros con fotos, llaveros, etc.
Son opciones diferentes, pero lo más recomendable es que si regalamos un objeto que se puede usar no pongamos detalles demasiado llamativos del acontecimiento, lo ideal es incluir un texto que consigne nombre y fecha del evento.
Lo mas importante y que no debes olvidar es el momento en que entregas tus recuerdos. No se trata de una simple repartición de productos, sino que es probablemente el hecho que marcará la actividad. Usualmente se dan a la hora de despedida, así, el anfitrión puede entregarlos a los invitados con una gran sonrisa y alguna frase de agradecimiento.
Siguiendo estos pasos puede que hayas conseguido el éxito de tu fiesta ya que si se presentó algún inconveniente en el desarrollo de la misma, un buen recuerdo servirá para olvidarlo.
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